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Por:  Nelson Fajardo

Según las cifras recientes que entrega el Departamento Nacional de Estadísticas – DANE-, la tasa de desempleo proyectada a finales del año 2009 puede pasar del 12,5% en el mes de febrero a 13-14% al finalizar diciembre. Estos datos conjugados con la creciente informalidad de la actividad económica de la mayoría de los colombianos trabajadores, nos puede arrojar un porcentaje cercano al 70% que sintetiza desempleo y precariedad de las condiciones de trabajo.

Ahora bien, más allá de las manipulaciones estadísticas, la crisis económica mundial que vive el capitalismo constituye un fenómeno cualitativo de la realidad del sistema que hunde en peores condiciones la realización de amplios sectores de la humanidad a través del trabajo. Se trata de una profundización de las condiciones de realización de los trabajadores atravesada por el síndrome de los costos de producción.

Cuando el capital entre en crisis profunda, como la actual, su preocupación fundamental se concentra en recuperar a la mayor brevedad posible la inversión hecha en capital adelantado o en costos de producción, y en asegurar  márgenes de ganancia que impidan el deterioro de su capacidad de acumulación de capitales, entendidos como expresiones cosificadas de unas relaciones sociales de producción en las que se profundiza e intensifica la explotación de los trabajadores.

Es aquí donde debemos detenernos, ¿han cambiado las condiciones de explotación de los trabajadores proletarizados?, ¿ha cambiado la composición del proletariado?, ¿cuál es el futuro de la lucha por la defensa y la dignidad del trabajo proletarizado?
La respuesta a estas preguntas amerita tomar en cuenta los estudios profundos que se vienen haciendo desde las posiciones marxistas, sin embargo intentemos un acercamientos a ellas.

En primer lugar hay que reconocer que se han dado cambios altamente significativos en las relaciones entre el capital y el trabajo que refrendan el carácter explotador del trabajo ajeno por parte del capital, ello para sostener su lógica de funcionamiento. Dichos cambios pasan por institucionalizar y hacer costumbre una ofensiva total contra los trabajadores, acusándolos de ser los culpables centrales de la elevación de los costos de producción.

A ello se agrega una flexibilización total de las relaciones con los trabajadores que destruye su capacidad de confrontación colectiva contra el capital; se trata de nuevos contingentes de trabajadores altamente individualizados,  por medio de un tipo de contratación personalizada, que cerca toda posibilidad a la lucha colectiva y crea las condiciones para la configuración de una conciencia proletaria economicista y políticamente desclasada; pero lo más grave es que llega a serios niveles de sumisión y subordinación bajo la idea de sentirse parte de la familia empresarial del capital.

En estas condiciones el capital tiene las mejores condiciones para ampliar y elevar los procesos de proletarización a favor de una reducción de los costos de producción, que se descarga fundamentalmente sobre una masa de proletarios que se dejan explotar con mucha facilidad. Es un proletariado que atraviesa todas las etapas del proceso de reproducción socioeconómico, distancia la presencia física del capital de los espacios económicos, espacios que son endosados a una capa de trabajadores fieles a los intereses de la elite y genera una personalidad del trabajador proletarizado insegura y esquizofrénica debida a la inestabilidad labor que lo acompaña tanto en el presente, como hacia el futuro.

Bajo estas circunstancias, la defensa de los intereses de los trabajadores y la dignidad del trabajo, se torna supremamente compleja y riesgosa, pues el capital puede llegar ha aplicar medidas terroristas tales como el esquirolaje de nuevo tipo hasta el asesinato. Así las cosas, la organización de los trabajadores es la clave para empezar a revertir la ofensiva del capital sobre el proletariado a partir de elevar la identidad y la pertenencia de clase. Ella pasa por la resistencia sindical, la articulación con las luchas de otras expresiones no sindicalizadas de los trabajadores, las luchas que emergen desde las demandas del pueblo más allá de las estrechas relaciones laborales hasta aquellas formas de organización en micro espacios que preserven y proyecten la consolidación de la acción colectivas de los trabajadores proletarizados.

HECHOS Y CIFRAS
A pesar de la unanimidad en los conceptos que indican que el virus de la gripe porcina no se transmite por consumir carne de cerdo, los reportes señalan que las ventas de ésta han caído en el país. La Asociación Nacional de Porcicultores hizo un llamado en este sentido, al advertir que la carne de cerdo y sus derivados no son fuente de contagio de la epidemia de influenza porcina. Frente al tema, Freddy Velásquez, presidente de la Junta Directiva de Asoporcicultores, indicó que el gremio analiza las políticas de comunicación que utilizará para evitar que se pierdan los cerca de 90 mil empleos que genera el sector. Redacción de Negocios, Carne de cerdo, otra víctima en Negocios de El Espectador, miércoles 29 de abril de 2009, página 8.

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El trabajo, tal como lo demostró a mediados del siglo XIX Marx, icono de la clase obrera, es la expresión más real de la libertad humana. No solo a través del trabajo se evidencia el grado de libertad que ha alcanzado una sociedad sino que es a través de él que se ha logrado transformar el mundo, la sociedad y al hombre mismo. Pero al postular este principio, Marx descubrió que precisamente es a través del trabajo que el capitalismo logra enajenar toda la esencia humana en función de la acumulación del capital. Editorial, Recuperemos la dignidad del trabajo en Periferia: Prensa Alternativa, Edición 39, abril 15- mayo 15, página 2.

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En Colombia, afirman diferentes analistas, hay una crisis de empleo, derivada en parte de la agobiante situación económica internacional y de la incapacidad interna de generar los puestos de trabajo suficientes que demanda la población activa. En febrero pasado, la desocupación se ubicó en 12,5% por ciento y todo indica que seguirá subiendo en el transcurso del año hasta niveles estimados en 13-14 por ciento en promedio, lo cual es un distanciamiento enorme de la meta oficial de tener una tasa de desempleo por debajo de 10 por ciento en el 2010. Celebrarán Día del Trabajo en medio de la crisis de empleo en Agenda de Portafolio, 25 y 26 de abril de 2009, página 24.

¿QUÉ ES QUE EN ECONOMÍA?

Glosario
LA CRISIS: es la fase del ciclo industrial en la que se manifiestan de manera particularmente aguda y destructora las contradicciones de la reproducción capitalista. En el período de la crisis no encuentra compradores ni salida una inmensa masa de mercancías. Se arruinan y se cierran empresas, se reduce la producción, crece el número de desempleados, disminuye el salario, etc. La tempestad de la crisis barre de la faz de la tierra a los capitales más débiles y pequeños, abriendo paso en el mercado a las empresas más potentes y mejor equipadas, que supieron adaptarse a las nuevas condiciones del mercado. La crisis golpea con la mayor fuerza a las masas trabajadoras, ante todo, a la clase obrera.

Buzuev A., ¿QUÉ ES CAPITALISMO?: ABC de conocimientos socio-políticos, Editorial Progreso, Moscu 1987, página 88.